viernes, 25 de febrero de 2011

Paulette Goddard


Paulette Goddard - Pauline Marion Goddard Levy conocida como Paulette Goddard (Long Island, Nueva York (Estados Unidos); 3 de junio de 1911 - Ronco, (Suiza); 23 de abril de 1990), actriz estadounidense de cine mudo y sonoro.

Comenzó su carrera profesional como modelo publicitario y, después, como integrante de la compañía musical Ziegfeld Follies de Florenz Ziegfeld. Tras casarse con un millonario llamado Edgar James, se trasladó a vivir a Hollywood. A principios de los 30 participó en papeles secundarios en obras como Las calles de la ciudad (1931) de Rouben Mamoulian con Gary Cooper y Sylvia Sidney, o Torero a la fuerza (The Kid from Spain, 1932) de Leo McCarey junto a Eddie Cantor.
En 1936 rodó, junto a Charlie Chaplin, Tiempos modernos (Modern Times, 1936), la última película en la que aparece Charlot como personaje. Tras el rodaje de la película se casaron en una ceremonia secreta.


Cuatro años después volvieron a rodar juntos un nuevo film, El gran dictador (The great dictator, 1940), película crítica contra el nazismo alemán y, por extensión, contra todos los fascismos y dictaduras. Ambos títulos conforman dos de las obras maestras del genial director, lo que no evitó que ese mismo año se rompiera el matrimonio.

Durante ese tiempo actuó en otras películas importantes como Mujeres (The Women, 1939) de George Cukor junto a Norma Shearer, Joan Crawford, Rosalind Russell y Joan Fontaine o en una comedia dirigida por Elliott Nugent junto al cómico Bob Hope, El gato y el canario (1939).



En la década de los 40 rodó la mayoría de sus películas, destacando entre ellas el musical Al fin solos (1940), dirigido por H.C. Potter y protagonizado por Fred Astaire y Burgess Meredith, con el que contrajo matrimonio poco después en la vida real pese a rechazar a su personaje en el film; El castillo maldito de David Butler (The Ghost Breakers, 1940) de nuevo con Bob Hope; Si no amaneciera (1941) de Mitchell Leisen, junto a Charles Boyer y Olivia de Havilland en uno de los melodramas dorados de la década; Piratas del mar Caribe (1942) y Los inconquistables (1947) ambas de Cecil B. DeMille, la primera en compañía de John Wayne, Robert Preston y Susan Hayward, y la segunda junto a Gary Cooper; Sangre en Filipinas (So Proundy We Hail, 1943) de Mark Sandrich y por la que fue nominada a un Oscar a la mejor actriz de reparto, actuando junto a Veronica Lake; La bribona (1945) de Mitchell Leisen, melodrama de factura clásica en el que realizó una de sus mejores interpretaciones.


Memorias de una doncella (The Diary of a Chambermaid, 1946) de Jean Renoir, que produjo junto a su marido de este momento, Burgess Meredith, sobre la novela de Octave Mirbeau y que permanece como una de las joyas de Renoir en su etapa norteamericana; Un marido ideal (1947) de Alexander Korda, unánimemente elogiada como la mejor versión de la obra teatral de Oscar Wilde del mismo nombre o Una mujer rebelde (1949) de Emilio Fernández, junto al llorado Pedro Armendáriz en una historia situada en plena revolución mexicana.




En los años 50 y 60 sorprendió por querer seguir en activo profesionalmente, en una época en que las actrices se retiraban al cumplir los 40-50 años de edad.

De esta época datan sus apariciones en producciones televisivas varias y destaca su participación en "Los indiferentes" rodada en Italia en 1966 por Francesco Rossi, en la que compartía cartel con Rod Steiger y Shelley Winters.






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